El arrendamiento de acciones es una estrategia cada vez más popular entre los inversores que buscan una forma de obtener beneficios de sus activos sin tener que venderlos.
Esta práctica permite a un inversor propietario de acciones (donante) “alquilarlas” a otro (prestatario) durante un período determinado, recibiendo a cambio una tarifa de alquiler.
Mientras tanto, el prestatario utiliza estas acciones para estrategias específicas, como las ventas al descubierto.
Pero al fin y al cabo, ¿cómo funciona este proceso y cuándo puede resultar rentable? Entendamos mejor.
El alquiler de acciones es básicamente un acuerdo entre dos inversores, mediado por un corredor o institución financiera, donde el donante (quien sea el propietario de las acciones) transfiere temporalmente sus acciones al prestatario.
A cambio, el donante recibe una remuneración, que es el importe del alquiler.
Este valor se acuerda de antemano y suele ser un porcentaje del valor total de las acciones alquiladas.
Para el prestatario, el interés por alquilar acciones generalmente está relacionado con la estrategia de inversión. venta corta.
En esta estrategia, el prestatario vende las acciones alquiladas con la expectativa de que el precio baje, lo que le permite recomprarlas a un valor menor y devolverlas al donante, beneficiándose de la diferencia.
El proceso es sencillo:
Para quienes poseen acciones y desean alquilarlas, el mayor beneficio es la rentabilidad extra sin necesidad de vender los activos.
El donante continúa siendo propietario de las acciones, manteniendo los derechos a dividendos, bonificaciones y demás ganancias que puedan distribuirse durante el período de alquiler.
En otras palabras, gana tanto con la apreciación de las acciones como con el valor del alquiler.
Sin embargo, como ocurre con cualquier inversión, el arrendamiento de acciones no está exento de riesgos.
Aunque el prestatario tiene la obligación de devolver las acciones al final del contrato, puede existir un riesgo de incumplimiento si el prestatario no puede recomprarlas.
En Brasil, sin embargo, el mercado de alquiler de acciones está garantizado por la bolsa de valores (B3), lo que mitiga este riesgo, ya que la institución asume la responsabilidad de devolver las acciones en caso de problemas con el prestatario.
Otro punto a tener en cuenta es que, si las acciones aumentan de valor durante el período de alquiler, el donante no puede venderlas inmediatamente, ya que están en posesión del prestatario.
En este caso, puede perder la oportunidad de obtener un beneficio significativo vendiendo las acciones.
El alquiler de acciones puede resultar rentable principalmente en dos escenarios:
Sin embargo, es importante evaluar el valor del alquiler.
En períodos de alta volatilidad, estas tasas tienden a ser más atractivas, ya que más inversores estarán dispuestos a alquilar acciones para realizar ventas en corto.
Existen varias aplicaciones de intermediación que facilitan el proceso de alquiler de acciones.
A continuación se muestran algunos ejemplos populares y mejor valorados:
La aplicación XP ofrece una interfaz sencilla y fácil de usar para alquilar acciones.
La correduría tiene una de las mayores carteras de activos disponibles para alquiler.
Reseña en Play Store: 4,6 estrellas
Otra aplicación muy utilizada, BTG Pactual Digital, ofrece herramientas avanzadas y soporte especializado para el alquiler de acciones, lo que la convierte en una buena opción para inversores de diferentes perfiles.
Reseña en Play Store: 4,4 estrellas
ModalMais es conocido por sus tarifas competitivas y su facilidad de uso para quienes desean alquilar acciones. Además, la aplicación le permite seguir de cerca el rendimiento de las inversiones.
Reseña en Play Store: 4,2 estrellas
El arrendamiento de acciones puede ser una estrategia interesante para inversores que buscan una forma de rentabilizar sus activos sin deshacerse de ellos.
Ofrece una oportunidad de obtener ganancias adicionales, especialmente en mercados estables o para quienes adoptan una estrategia a largo plazo.
Sin embargo, es fundamental ser consciente de los riesgos y asegurarse de que las condiciones de alquiler estén acorde con su estrategia de inversión.
Con el apoyo de corredores y herramientas confiables, como aplicaciones como XP Inversiones, el proceso se vuelve aún más sencillo y accesible.
Al final, recuerda que elegir el mejor contrato de alquiler de acciones es un proceso que requiere atención, investigación y, en ocasiones, asesoramiento de expertos.
Asegurarse de que sus elecciones estén alineadas con sus expectativas y objetivos financieros es un paso fundamental para tener éxito en el uso de esta estrategia de inversión.